Hoy me apetece abrir un melón que seguro que nos remueve un poquito a todos.Y es que, ¿Quién no ha sentido celos alguna vez en su vida?
Hoy te animo a que los mires de frente y los entiendas mejor. Y es que cuando sentimos celos nuestro mundo se tambalea, incluso parece que no somos los mismos. Aumenta nuestra necesidad de control, nuestra vulnerabilidad, nuestra distancia para con el otro e incluso, puede aumentar nuestra ira. Y quizá nos volvamos algo injustos con el otro porque muchas veces, los celos no nos dejan ser objetivos.
Permíteme que te diga que los celos son NORMALES, aunque están muy demonizados. Y es que vienen a decirnos que nos da miedo perder algo o a alguien. Seguramente nuestra hormona vasopresina esté disparada ante alguna amenaza (que puede ser real o puede estar en nuestra imaginación) y esta hormona con la mejor de sus intenciones, intenta avisarnos y protegernos.
Cuando sentimos que los celos son algo que esconder o algo totalmente tóxico, nos olvidamos de algo importante para crear cualquier relación sana: la comunicación y tenernos en cuenta. Intentamos hacer como que no pasa nada y nuestro malestar aumenta.
¿Entonces? ¿Debería montar una escena cada vez que mi pareja hable con una persona guapa? Pues no. Porque sentir celos es algo normal, pero como somos seres con razón, sí podemos controlar lo que hacemos con ellos.
Tener en cuenta nuestras emociones es importante, así como aprender a transmitirlas al otro para generar un lugar seguro en el que ambas partes se sientan entendidas.
Además de aprender herramientas de comunicación, también es importante llegar a puntos intermedios con nuestra pareja para que ni la presión ni la frustración puedan haceros más vulnerables a los posibles celos que puedan aparecer.
Realmente cuando aprendemos todo esto, aunque podamos sentir celos como humanos que somos, sabremos cómo redirigirlos y aprenderemos a escuchar qué nos quieren decir.
Muchas veces no estamos celosos por ninguna acción en concreto que esté haciendo nuestra pareja, simplemente estamos necesitando más cariño o tiempo de calidad, o quizá estemos necesitando más atención de nosotros mismos.
¿Y tú? ¿Sabes qué te quieren decir tus celos?
Artículo escrito por Natalia Pastor