Acompaño a personas en psicoterapia desde hace 10 años, y si algo he aprendido en este tiempo, es que el principal motivo de sufrimiento y dolor, es el causado por las relaciones con los demás.
Tiene sentido que sea así. El ser humano es un animal social, literalmente no sobreviviríamos si no fuera por la asistencia y la atención que nos dan los demás. Nuestra infancia es tremendamente larga si la comparamos con otras especies. Somos animales interdependientes, es decir, dependemos unos de otros. El aislamiento nos lleva a la muerte.
Por lo tanto, si las relaciones con los otros son un punto clave de nuestra supervivencia, ¿Cómo no va a ser un tema que nos preocupe y nos cause un gran impacto emocional?
Hay una frase que repito una y otra vez en las sesiones y en mi día a día, hasta mis gatos están hartos de escucharme, y es la siguiente: tu contexto es medicina. Las personas que te rodean pueden sanarte y elevarte. Pero ojo, también pueden dañarte y restarte, y en ese caso, tu contexto sería todo lo contrario: enfermedad.
Quizá pueda parecer muy dura con estas palabras, pero justo creo que son las más necesarias. Tus relaciones personales influyen directamente en tu cuerpo, en tu energía y en tu salud.
¿Qué hay más importante que la salud?
Sí, nada. Exacto. Por eso, escoger un entorno que no nos dañe y que nos sane, es vital.
Pero sé que no es fácil. Muchas veces nos vemos sumergidas en círculos y lugares donde no podemos ser nosotras mismas, donde sentimos que nos hacemos pequeñas solo para ser aceptadas, donde nos da miedo mostrarnos porque sabemos que nuestras opiniones no van a ser escuchadas y donde nos sentimos invisibles o poco importantes.
Es imprescindible ser consciente de esto para protegernos, alejarnos o incluso romper con los vínculos que nos hagan sentirnos así. Porque cada vez que te expones a una persona o entorno que te hace daño, le estás diciendo a tus células: «no me cuido», «no soy importante», «nadie me ve», «nadie me escucha»… y todo esto, inevitablemente, nos va a enfermar.
Cuando digo enfermar quizá pienses que exagero, pero con este ejemplo lo vas a entender mejor.
Una paciente me decía hace poco: «cada vez que quedo con un grupo de amigas concreto, al volver a casa siento que estoy KO, sin energía, super cansada». Estuvimos viendo que no era algo que le pasase con todas las amistades, si no era con ese grupo. ¿Qué le pasaba a esta mujer? ¿De dónde venía ese agotamiento que sentía siempre que quedaba con esas amigas?. Hablando y profundizando, nos dimos cuenta que su cuerpo la estaba hablando a través de esos síntomas, su cuerpo acababa cansado y agotado porque hacía un esfuerzo enorme por intentar encajar en ese lugar. Ese día, mi paciente se dio cuenta que mantenía ese grupo por no sentirse sola, por tener un poco de compañía, pero en cambio, conseguía todo lo contrario: se sentía aún peor, más vacía a parte de incómoda, pues este grupo no solo no la aportaba nada positivo, si no que no compartían valores, ni estilos de vida ni prácticamente nada.
El cuerpo nos habla todo el tiempo, pero necesitamos aprender a escucharle.
El cuerpo nunca miente, él siempre guarda todas nuestras verdades.
Por eso, elegir bien las personas que nos rodean, es vital.
Este sábado estuve en un evento de mujeres emprendedoras y leí una frase que me encantó: Elige bien a tu entorno, te estás convirtiendo en ellos.
Esta frase es 100% real y además, tiene una explicación científica.
Vuelvo a mi paciente y a su falta de energía cuando queda con esas amigas. Me contaba que cuando está con ellas se siente fuera de lugar, como que no conecta, ya que no tienen valores en común, son personas que critican mucho a otras, tampoco comparten hábitos ni estilos de vida y las conversaciones que tienen son muy superficiales para ella.
¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando nos relacionamos con otros? Se activan las neuronas espejo. Estas neuronas lo que hacen es absorber lo que pasa en nuestro entorno: lo que vemos, escuchamos y sentimos de otros lo percibimos como nuestro. Nuestro sistema nervioso tiene el don maravilloso de regularse o desregularse cuando estamos en relación con los demás, por eso es tan importante elegir muy muy bien, con quien compartes espacio y tiempo.
Ahora que ya sabes qué son las neuronas espejo y qué hacen en tu cerebro, entenderás mejor porque mi paciente vuelve agotada y cansada cuando quedaba con esas amigas. Su sistema nervioso colapsaba cada vez que las veía: aguantando críticas, sintiéndose poco escuchada, participando en conversaciones que no la llenaban… todo esto lo absorben sus neuronas espejo y su cuerpo lo manifiesta en síntomas. Todo tiene más sentido ahora, ¿verdad?
Imagina que estás en un grupo con personas que transmiten calma, inspiración, habláis de temas interesantes, te sientes escuchada y vista, aprendes cosas nuevas… ¿Cómo crees que reaccionará tu cuerpo en ese entorno? Evidentemente, tu sistema se regulará y tu energía se elevará. No es casualidad, es ciencia.
Por la importancia que tiene la tribu, yo he creado la mía propia para que tú también tengas acceso a un lugar seguro y nutritivo.
Puedes acceder desde aquí a El Círculo Rosa una comunidad gratuita de whatsapp formada solo por mujeres que desean ser, estar y pertenecer.
Te espero allí si así lo sientes.
Un abrazo,
Laura