No te voy a contar ningún secreto que ya no sepas, pero no quiero que se te olvide, así que te lo recuerdo:
«Las relaciones sanas se construyen»
Sé que puede parecer algo obvio, pero por mi experiencia en psicoterapia, todavía veo a muchas personas esperando a «su pareja ideal» y creyendo que una relación sana, consciente, de buenos tratos y disfrutona, surge sola o del aire.
Creo que tenemos tan asumido eso de «sufrir por amor», que no nos damos ni cuenta de los errores que cometemos cuando estamos formando una relación.
Generalmente, cuando vivimos un fracaso amoroso (ruptura, gosthing, cuernos…) analizamos mucho lo que ha hecho la otra persona o lo que ocurría en ese contexto, pero nos paramos a pensar muy poco en lo que hemos hecho nosotras en esa relación. Inevitablemente, el dolor o la decepción que sentimos en ese momento, nos hace sacar nuestra parte víctima (mira lo que me ha hecho, ha sido un capullo, me ha engañado…) pero se nos olvida nuestra parte creadora, esa parte que nos permite conectar con nuestra consciencia y nos permite responsabilizarnos de lo que ha ocurrido, para transformarlo en un aprendizaje y evolución.
También te digo algo, por muy conectada que estemos con nuestra parte creadora, lo más normal del mundo es que tengamos relaciones de pareja donde sí o sí, lo vamos a pasar mal, sea cual sea el motivo: porque no cumplen nuestras expectativas, porque me dejan por otra persona, porque me aburro de la relación, porque me empieza a gustar otra persona, porque no sabemos resolver conflictos, por una infidelidad…
Después de haber escuchado a muchas personas contándome cómo se sienten después de haber vivido relaciones en las que han sufrido y se han sentido muy atrapadas, como en una jaula, sin saber cómo salir, he recapitulado los 5 principales errores que han cometido a la hora de iniciar esa relación. Aquí te los cuento:
- ¿Eliges o te eligen?. Sin duda, el error por excelencia que nos lleva a formar relaciones que tarde o temprano, caerán, es que ni si quiera somos conscientes de la persona que tenemos al lado. A veces, ni hemos elegido a esa persona, si no que nos ha empezado a gustar y por inercia, hemos acabado saliendo y construyendo algo, o peor aún, hemos sido elegidas. Para mí, este punto es fundamental y el que marca la diferencia en que el vínculo (dure lo que dure), sea sano o no. Si hay veces que nos tiramos un mes decidiendo sobre qué teléfono móvil comprarnos o qué vestido voy a llevar a esa fiesta… ¿Por qué a la hora de escoger pareja, a veces vamos tan rápido?
- Confundir el enamoramiento con el amor. Cuando conocemos a alguien, los primeros meses de la relación, esas primeras citas, esas primeras veces con esa persona que tanto nos vuelve locas… eso que sentimos en ese momento, NO ES AMOR, es química. Sí, siento romperte el cuento, pero cuando alguien te encanta cuando le conoces, es por el efecto de los neurotransmisores que segrega tu cerebro. Por lo que más que enamoradas, lo que estamos es drogadas. El problema no son esas emociones que sentimos al principio, que además son maravillosas y nos dan un subidón de la leche, el problema es creer que el amor se siente así. Porque si creemos eso… ¿Qué pasará cuando se nos vaya el efecto de la droga y nos dé el bajón?. Lo que pasa siempre, que viene una gran resaca y es ahí cuando empezamos a darnos cuenta de que esa persona que nos flipaba y nos hacía sentir en las nubes, ahora ya ni fu ni fa. En este caso, suelen pasar dos cosas: lo dejamos porque ya no sentimos lo mismo, o empezamos a construir una relación amorosa de verdad.
- No expresar lo que te hace sentir mal. Desde el inicio de una relación, va a haber cosas de la otra persona que no te gusten y algunas situaciones donde te sientas mal por su conducta o su actitud. Por el miedo a que las cosas se estropeen, sobre todo al principio, tendemos a callarnos o minimizar lo que nos molesta. Y eso es un error garrafal. Por ejemplo, si desde el principio yo veo que el chico con el que estoy quedando, cuando nos vemos y coge el móvil, tiene muchos mensajes en instagram de chicas, y en cambio, ni le pregunto ni le digo nada, luego no me puedo extrañar si me hace gosthing o me entero que queda con otras personas. Si yo noto algo que no me gusta, me incomoda o me desagrada, si realmente estoy comprometida conmigo, tengo que saber expresar lo que siento y comunicarme, para evitarme disgustos en un futuro.
- Saber lo que quiero. Si aún no tienes tu lista hecha con las cosas que buscas y necesitas en una relación, por favor, coge una libreta y un boli y empieza ya mismo a hacerlo. Iniciar una relación sin tener claro qué quiero es como montarme en el coche, empezar a conducir y no saber hacia dónde tengo que ir… voy a perder tiempo, dinero, energía, ¿verdad?. Te garantizo que con una relación vas a perder lo mismo si entras en ella «a ciegas». Si no sé lo que quiero en una relación… ¿Qué voy a pedir? ¿Qué límites voy a fijar? ¿Qué necesidades voy a satisfacer?. No vuelvas a cometer este error y haz esa lista con tus deseos y necesidades, te va a ayudar a aclararte un montón.
- Esperar. Sí, ya sé que te han contado esto de «las cosas de palacio van despacio», pero sinceramente, no lo creo así. Sobre todo, en el terreno sentimental, las relaciones implican acción, movimiento, compromisos, evolución, crecimiento… ¿A qué esperamos cuando alguien nos dice: que no lo tiene claro…que no es el momento adecuado…que no sabe lo que quiere…? Cuando esperamos a que otra persona se decida sobre si nos quiere o no a su lado, estamos posicionándonos por debajo, y dándole a esa persona el poder de que haga con nosotras un poco lo que quiera. Y eso no lo podemos consentir.
Sé lo que piensas ahora mismo, y posiblemente te sientas un poco tonta por haber cometido estos errores varias veces, pero no es tu culpa. Nadie te ha enseñado a construir relaciones sanas y disfrutonas.
Por eso, ahora que estás leyendo mi blog y seguramente te haya entrado curiosidad por informarte un poco más, te invito a que vengas a mi comunidad de Telegram «TU LUGAR SEGURO» (si es que aún no estás allí), porque seguiré hablando sobre cómo relacionarnos con consciencia y placer 🩷
Te abrazo fuerte,
Laura