Qué pesadas somos las psicólogas con el apego…no lo voy a negar.
Pero es que hablar de terapia, es hablar de apego.
Porque sin el apego, no sobrevivimos. Por eso es tan importante entender qué es y cómo funciona.
El apego es el vínculo afectivo que se establece desde los primeros momentos de vida entre la madre (o cuidadores primarios) y el recién nacido.
El apego, desde la infancia temprana, está relacionado con dos sistemas fundamentales: el exploratorio y el afiliativo.
Estas primeras relaciones entre cuidadores y bebé, van a configurar un tipo de vínculo u otro, por eso se distinguen 4 tipos de apego distintos, pero hoy me voy a centrar en el más importante, el apego seguro.
Este tipo de apego está caracterizado por la SEGURIDAD y la incondicionalidad. El bebé confía en sus cuidadores, se siente aceptado, valorado. Siente que sus necesidades básicas son cubiertas, recibe atención y protección. Eso le permite tener una conducta activa, relacionándose con su entorno, conectando con los demás sin esfuerzo, explorando, con ganas de descubrir.
El apego seguro, según Bowlby, quién lo estudió hasta la saciedad, se caracteriza por:
– Conexión emocional
– Aceptación
– Exploración
– Regulación emocional
– Afecto positivo
– Respeto
– Reparación
Estas características definen este tipo de apego, que nos permitirá vincularnos con los demás de una forma saludable y adaptativa.
Ahora bien, cuando llegamos a la etapa adulta, nos damos cuenta que quizá nuestros cuidadores no hayan desarrollado con nosotros un apego seguro como tal (y es normal, no es algo precisamente sencillo).
Por eso, en terapia, nos dedicamos sobre todo a REPARAR los principales vínculos de APEGO.
Para ello, desarrollar un apego seguro dentro del contexto terapéutico, es vital y fundamental.
Vincularnos desde un apego seguro, es hacerlo con consciencia, y para tener relaciones conscientes, primero necesitamos entender qué relación tengo conmigo misma.
No te preocupes si sientes que tus vínculos primarios no se han basado en este tipo de apego.
El apego no es inmutable ni estático, podemos transformarlo.