Todos los ciclos que nos rodean: las fases crecientes y menguantes de la luna, los cambios de estación, la subida y bajada de las mareas, se reflejan a menor escala en el ciclo menstrual de nuestro cuerpo.
El ciclo menstrual es el más terrenal y sabio que tenemos. El crecimiento mensual de un óvulo y el posible embarazo o salida de la sangra menstrual, reflejan el más puro proceso de la creación.
Pero el ciclo menstrual no es sólo un proceso de nuestro cuerpo físico, también rige nuestras emociones y nuestra creatividad. Dependiendo en qué fase del ciclo menstrual nos encontremos, percibimos la información de forma diferente, por lo que nuestros sentimientos y nuestra realidad irán cambiando durante el ciclo.
¿Cómo funciona nuestro ciclo?
Desde la menstruación hasta la ovulación, estamos gestando un óvulo, en la llamada fase folícular. Estamos preparándonos para el nacimiento de alguien o algo: un proyecto, una idea, un cambio…es el momento de crear.
Después de la ovulación, comienza la llamada fase lútea, que acabará con la menstruación, pero antes pasamos por la fase premenstrual. ¡Ay…la premen!, cómo me gusta esta fase. La mayoría de las mujeres sufrimos grandes cambios de humor los días previos a la menstruación, pero también en estos días estamos más sensibles, tenemos acceso a nuestro inconsciente, reconocemos aquello más doloroso y difícil de la vida, por eso parece que “todos nos molesta y estamos más irritables”, pero eso ocurre porque estamos más conectadas con nosotras mismas, con nuestro saber interior y con nuestra magia.
Después de la tormenta emocional de “la premen”, llega la menstruación, el momento de la reflexión, de la conexión más íntima con nuestro ser. Evaluamos lo que se ha creado durante este ciclo y valoramos los aspectos negativos y positivos, lo que queremos cambiar.
Es muy importante prestar atención a todos los conflictos y emociones que surgen durante esta última fase del ciclo, porque se hacen conscientes aspectos que durante las otras fases están en nuestro inconsciente, pero en esta etapa se manifiestan.
La menstruación nos habla y nos informa, nos pone delante de nuestros ojos los aspectos sobre los que reflexionar y quizá realizar cambios.
Conectar con nuestro útero y nuestro ciclo menstrual es conectar con una profunda fuente de sabiduría y fuerza interior como mujer.