En terapia sexual trabajo tanto con mujeres como con hombres.
Aunque nos empeñemos en fijarnos en lo que nos diferencia, mi experiencia en consulta me demuestra que a la hora de vivir nuestra sexualidad, muchas veces las preocupaciones y los miedos, son los mismos.
La sexualidad femenina ha estado en el olvido mucho tiempo, considerándose como un pecado. Ahora, poco a poco, vamos recuperando lo que siempre nos ha pertenecido: nuestro placer.
Los motivos más frecuentes por los que una mujer acude a terapia sexual, son:
– falta de deseo
– dispareunia (dolor con la penetración)
– anorgasmia o dificultad para sentir orgasmos (sola o en pareja)
– vaginismo
– vulvodinia
– poca lubricación
– sequedad vaginal o molestias en los genitales
– dudas acerca de la eyaculación femenina
– sentimientos de culpa
– vergüenza y rechazo por el propio cuerpo
– miedo al dolor
Muchos son los motivos por los que una mujer puede acudir a una sexóloga.
Tu sexualidad es tuya. Conocer tu sexualidad te va a empoderar y a enriquecer. No sólo desde una perspectiva sexual, sino que vas a crecer como mujer toda tú: sexual, emocional y psicológicamente.
Hay muchos mitos acerca de la sexualidad masculina que normalmente acaba empobreciendo la satisfacción sexual si no se corrigen a tiempo.
Las consultas más frecuentes de los hombres, suelen ser:
– disfunción eréctil o problemas con la erección
– eyaculación precoz o ansiedad ante la eyaculación
– anorgasmia o problemas para alcanzar el orgasmo
– miedo a no dar la talla
– miedo a no complacer a la pareja
– adicción a la pornografía
– dudas por querer probar cosas nuevas
– querer mejorar ciertas técnicas
Sea cual sea el motivo, para los hombres también en aconsejable acudir a una sexóloga si así lo sientes.
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El acompañamiento que necesita tu hija/o en esta etapa vital tan complicada.
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