Las 3 preguntas más frecuentes que nos hacemos antes de empezar una terapia

Muchas son las dudas que tenemos antes de tomar la decisión de pedir ayuda a una psicóloga. Por eso, he recapitulado en este artículos las 3 preguntas más comunes que nos solemos hacer antes de comenzar nuestro proceso terapéutico.

  • ¿Cuándo ir a terapia?

Todos en algún momento nos vamos a encontrar en situaciones difíciles que nos desgastan, nos asustan o nos bloquean. La vida, en general, está llena de momentos de estrés. Algunos estresores son esperados y los podemos gestionar un poco mejor, otros, no lo son y nos pueden desregular más.

Cuando sintamos que hay algo que se nos está haciendo bola y no podemos afrontarlo solos, sin duda, es el momento indicado para buscar una psicóloga.  Los motivos para acudir a una psicóloga en cada persona son distintos. Pero de forma general, es muy recomendable pedir ayuda psicológica cuando:

– Nos vemos sobrepasados con alguna situación que no sepamos afrontar

– Sentimos mucho miedo y nos falta seguridad para llevar a cabo nuestros objetivos

– Estamos afrontando la pérdida de alguien querido o de algo (fallecimiento de un familiar, pérdida de un empleo, una ruptura…)

– Estamos insatisfechos constantemente con nosotros mismos y con lo que nos rodea

– Nos sentimos muy cansados, dormimos mal o poco, hemos perdido el apetito o al revés, comemos demasiado sin hambre

– Cuando hemos adquirido malos hábitos que necesitamos cambiar

– Nos vemos en un conflicto con nuestros valores internos

– No le vemos sentido a nada, lo que antes nos gustaba ahora no nos apetece, sentimos que estamos apagados o sin energía

La realidad es que para ir a terapia no hace falta llegar al punto de estar “muy mal”. Lo ideal sería acudir desde el primer momento que sentimos que algo no va bien o cuando queremos mejorar algo.

  • ¿Cuánto dura la terapia?

Es una pregunta bastante habitual cuando acudimos a la consulta de una psicóloga. Pero ¿es posible predecir cuanto durará la terapia? Me temo que no, no es fácil estimar cuanto va a durar, pero lo que sí te garantizo, es que nunca voy a alargar el proceso más de lo que sea necesario. Basada en mi experiencia clínica, puedo asegurar que un proceso terapéutico completo, suele durar como mínimo un año, pero eso varía mucho en cada caso.

Las principales variables que afectan en la duración de una terapia, son:

– Tipo de problema por el que se consulta

– Frecuencia de las sesiones

– Compromiso e implicación con la terapia por parte de la persona

– Aparición de otros factores de estrés no previstos

Es importante entender que no existe una duración determinada para el proceso, ya que la situación del paciente, sus propias habilidades, sus herramientas y su contexto influyen directamente en la terapia. Para mí, el objetivo principal del proceso terapéutico siempre será tu bienestar y será tu progreso lo que marque la intervención, los objetivos temporales en este caso no existen.

  • ¿Cómo es un proceso de terapia?

El proceso terapéutico comienza desde el primer día que nos conocemos.

Las cuatro fases que seguiremos, son las siguientes:

Evaluación y orientación: en esta primera fase, voy a recoger y recopilar toda la información acerca de ti y de tu situación. Para mí es imprescindible conocer tu historia para poder ayudarte mejor. En esta primera fase tomaremos confianza y se creará nuestro vínculo.Sin duda, el vínculo terapéutico para mí es lo más importante de todo el proceso, porque si no conectamos, difícilmente podremos trabajar juntos.

Devolución y planificación de objetivos: en esta fase, nos vamos a centrar en tomar decisiones en base a la información que he obtenido en la fase anterior.  Compartiré contigo las posibles causas que estén detrás de tu problemática y veremos juntos como trabajar para mejorar.

Tratamiento: es la parte fundamental del proceso y donde tú mismo vas a notar tu evolución y progreso. En esta fase pongo en práctica todas mis habilidades y técnicas para acompañarte y ayudarte y que así consigas, nuevos comportamientos más adaptativos y nuevas formas de relacionarte más funcionales.

Cierre de terapia: una vez conseguidos los objetivos marcados y tú estés satisfecho con todo lo conseguido, llega el momento de cerrar la terapia. El cierre será gradual, para que no sea un cambio brusco para ti. En todo momento, contarás con mi acompañamiento.

Una vez la terapia llegue a su fin, hay personas que quieren y necesitan tener de vez en cuando alguna sesión de seguimiento para compartir, liberar, escucharse… Es una opción que aconsejo favorablemente.

Como vemos, tomar la decisión de iniciar un proceso de terapia es algo muy personal y delicado. No hay un momento adecuado para dar ese paso. Lo mejor es informarse bien y aclarar todas las dudas con la terapeuta que escojas, para que puedas tener la información y la seguridad de estar haciendo lo correcto para ti.

 

¿Te has gustado este artículo? ¡Comparte!